¡Cuántas veces hemos oído esa frase!
Y cuántas veces hemos optado por ignorarla, con la excusa de que “merecemos comer lo que queramos”.
Sí, claro que merecemos disfrutar la comida. Pero también merecemos salud, energía y bienestar.
Y ahí es donde entra la diferencia: hay un mundo entre quien come para nutrirse y quien simplemente come por impulso o hábito.
Es bastante simple. Una persona que se alimenta de forma consciente introduce a su cuerpo nutrientes que construyen, sanan y fortalecen. En cambio, quien se alimenta mal, muchas veces termina llenándose de sustancias que intoxican y debilitan.
¿Y qué sucede cuando le pones gasolina de mala calidad a un coche? Falla.
Pues lo mismo nos pasa a nosotros.
Miles de científicos han estudiado los efectos de la alimentación en el cuerpo, y la conclusión es clara:
Nos convertimos en lo que comemos.
Lo sé. Una hamburguesa con papas fritas puede ser muy tentadora. Pero si esa carne ha sido procesada, tratada con antibióticos, hormonas y conservantes, su aporte al cuerpo será más tóxico que nutritivo.
Y aquí viene la buena noticia: no se trata de prohibir, sino de elegir mejor.
¿Quieres la hamburguesa? Perfecto.
Solo asegúrate de que sea carne de pasto, pan integral, muchas verduras y unas batatas al horno. La experiencia será igual de rica, pero el impacto en tu cuerpo será completamente diferente.
Durante el Programa LifeBoss, uno de los primeros pasos es la desintoxicación.
Y eso no significa solo dejar ciertos alimentos. Implica un nuevo comienzo: hábitos, meditación, probióticos, suplementos y nutrición. Porque la nutrición es clave.
Es simple: no podemos vivir ni sanar sin nutrientes reales.
Volver a aprender lo que, en el fondo, ya sabemos pero tendemos a ignorar, te cambiará la vida. Cambiará tu forma de ver la salud y te mostrará el impacto real de los alimentos que consumes.
Es un llamado a la conciencia. Un reconocimiento de que, si deseas un cambio positivo, debes comenzar con tus elecciones diarias.
Si estás lidiando con una enfermedad crónica, permíteme decirte esto con todo el respeto:
Tu estado actual puede tener un componente nutricional importante.
Y cambiar tu alimentación podría marcar una diferencia radical.
Muchas personas se sorprenden al descubrir cuánto daño se estaban haciendo… sin siquiera saberlo.
Infórmate. Lee sobre los alimentos, sus beneficios, cómo combinarlos y potenciarlos.
Te garantizo que valdrá la pena.
Pero no lo hagas solo.
Busca orientación. Rodéate de personas con conocimiento en nutrición y sanación integrativa. Ellos podrán guiarte según tus necesidades, tu cuerpo y tu etapa del proceso.
Recuerda esto: tu cuerpo sabe cómo sanarse. Solo necesita el ambiente adecuado.
Y eso requiere tiempo, paciencia y mucho amor propio.